Sobre las 20:00 horas se recibió el aviso de que un sofá estaba ardiendo dentro de una cueva en un paraje próximo al instituto de educación secundaria Argar. Los medios de extinción no pudieron hacer nada por rescatar a los afectados. | Efe

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El Juzgado de Menores de Almería ha empezado la vista oral contra los cinco jóvenes acusados por su presunta implicación en distinto grado con el incendio de una casa cueva en el paraje «La Molineta» de Almería en el que murieron dos chicas de 12 y 15 años y un joven de 21 en abril de 2017.

A las diez de la mañana ha arrancado el juicio, que se celebra a puerta cerrada, si bien media hora antes el juez ha mantenido un encuentro con los abogados personados en la causa en el que se ha intentado alcanzar un acuerdo con la Fiscalía de Menores para reducir las penas de los jóvenes acusados.

El abogado José Ramón Cantalejo, letrado del principal investigado, que se enfrenta a ocho años de internamiento por un delito de incendio en concurso ideal con tres delitos de homicidio, ha declarado a los medios que no ha sido posible cerrar una conformidad para su patrocinado ni para el acusado para el que la fiscal pide cinco años de internamiento por los mismos delitos.

Según ha explicado, esta conformidad podría producirse en el caso de los otros tres acusados por delitos de omisión del deber de impedir delitos, para los que la fiscal ha pedido inicialmente penas de 24 meses de internamiento en régimen semiabierto.

Cantalejo considera que se unieron una serie ce circunstancias como la alta inflamabilidad de los materiales de la zona para dar lugar a un «tremendo accidente».

«En ningún caso hubo conformidad de voluntades ni intención. Es algo que estos niños van a llevar en sus almas el resto de sus vidas pero que en absoluto fue concertado ni voluntario, no pudieron preverlo», ha añadido.

La Fiscalía de Almería sostiene que los hechos tuvieron lugar sobre las 17.00 horas del 3 de abril de 2017 cuando los acusados se reunieron en las inmediaciones de la zona de La Molineta de la capital almeriense, donde coincidieron las víctimas.

Allí se ubicaba una casa cueva en cuyo interior había algunos muebles viejos que «a veces era utilizada a modo de casa donde reunirse y pasar el tiempo por los menores», y allí el principal acusado, un menor de 16 años, mantuvo una «fuerte discusión» con el joven fallecido por «supuestas deudas económicas».

Una vez finalizada la riña, el joven, las chicas de 12 y 15 años y otro adolescente -el único superviviente del incendio- entraron en la casa cueva para «pasar un rato tranquilos charlando».

La fiscal sostiene que el menor de 16 años «seguía enfadado y quería darles un susto al joven y a sus tres acompañantes», por lo que acordó con otro chico de 17 prender fuego «aún a sabiendas del riesgo para la vida» de los que estaban dentro de la casa cueva.

Así, mientras el de 17 años apoyaba una puerta vieja sobre el acceso de salida y la precintaba con cinta adhesiva, el de 16 prendió fuego a un sofá viejo que estaba a menos de tres metros.

El fuego se propagó con gran rapidez y generó una «gran bola de fuego», tras lo que el menor de 17 años «se arrepintió» y «reaccionó llamando al único superviviente del incendio e intentó apagar el fuego mientras era recriminado y supuestamente apedreado» por el otro, según consta en el escrito de alegaciones de la Fiscalía.

Cantalejo niega este relato y recuerda que uno de los jóvenes «salió, avisó a los demás y en lugar de salir, no salieron.

«Pudieron salvarse y de una manera sorprendente no le dieron importancia y cuando se quisieron dar cuenta el fuego se había convertido en una verdadera humareda, que fue lo que realmente les mató», ha concluido.