Bomberos trabajan en las labores de extinción del incendio declarado en la Torre Grenfell en Lancaster West Estate en Londres. | Efe

El incendio en la torre Grenfell de Londres ha deparado imágenes terribles, entre ellas la de vecinos del inmueble que ante la desesperación de verse atrapados por las llamas gritaban y golpeaban frenéticamente las ventanas, e incluso algunos lanzaron a sus hijos con la intención de salvarlos de una muerte segura.

Según la testigo Samira Lamrani, citada por la BBC, «una mujer señalaba desde la novena o décima planta a la multitud», y les hacía «gestos que revelaban que dejaría caer a un bebé para que alguien desde abajo pudiera recogerlo».

«Alguien lo hizo, un caballero corrió hacia adelante y logró agarrar al bebé», confirmó la testigo. «Tratábamos de tranquilizarlos gritando que habíamos llamado a las emergencias, pero obviamente la mirada en su cara era de muerte».

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Explicó también que un residente intentó usar un «paracaídas casero» para bajar desde la ventana, y que el número de personas atrapadas en el edificio era «interminable», pudiendo escucharlos a todos, incluidos niños, «gritando por sus vidas».