Es una zona extremadamente caliente y seca, donde se aventuran los jóvenes mauritanos con rudimentarias herramientas en búsqueda del metal precioso. | Pixabay

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Cuatro presuntos buscadores clandestinos de oro han aparecido muertos en una zona desértica en el extremo noreste de Mauritania, a 400 kilómetros de distancia de la ciudad más cercana de Zouerat.

Según supo Efe de fuentes policiales en la región, los cadáveres están totalmente descompuestos por lo que su identificación será difícil.

Se trata de una zona extremadamente caliente y seca, donde desde hace dos años se aventuran decenas de jóvenes mauritanos, que se desplazan en pequeños grupos, pertrechos con rudimentarias herramientas en busca de oro.

Los buscadores clandestinos exploran los alrededores de la mina de Tasiast de la compañía canadiense Kinross, una de las líderes mundiales del oro, que opera de forma oficial en la región desde 2010.

En 2014, miles de mauritanos y subsaharianos invadieron los alrededores de Tasiast y comenzaron a buscar por su cuenta pepitas de oro, hasta que el gobierno mauritano se vio forzado a reconocer su existencia, expedir permisos de explotación y delimitar la zona de acceso, pero ni siquiera eso frenó la llegada de mineros clandestinos.

En los últimos meses, 18 personas han muerto por derrumbes en los distintos pozos abiertos sin las mínimas medidas de seguridad.