La acusada se sentará el próximo lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid. El fiscal entiende que en el momento del crimen tenía «gravemente» afectadas sus facultades intelectivas y volitivas aunque «sin llegar a anularlas» a consecuencia de un trastorno psicótico no especificado. Por ello solicita que se le aplique la eximente incompleta de enajenación mental.
En su escrito, sostiene que el 5 de septiembre de 2014 la acusada, «aprovechando la circunstancia de que el niño no podía defenderse por su corta edad», le ató los pies con una cuerda y a continuación rodeó la cabeza y el cuello con una cinta de embalar.
«Con la intención de acabar con su vida» -añade el representante del Ministerio Público- cogió un cuchillo de la cocina y asestó a su hijo 67 puñaladas en el abdomen e ingle.
Además, la madre rodeó el cuello del niño con un cordón naranja y con el cable del cargador del teléfono móvil y apretó también con el ánimo de matarle. A consecuencia de las agresiones el menor sufrió un «shock hipovolémico postherrágico consecutivo a heridas por arma blanca y asfixia mecánica concomitante secundaria a estrangulación y sofocación», que le produjo la muerte.
2 comentarios
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Pobre niño. Supongo que esto no será considerado violencia de género... con todos mis respetos a las verdaderas víctimas, pero la violencia es violencia, se mire por donde se mire, y no debería tener ninguna justificación. a no ser, como en este desgraciado caso, la locura, que no sé yo si justifica tanta atrocidad.
Si fuese un hombre ni se lo plantean en meterle en un psiquiatrico, directamente a la carcel.