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Antonio G.G., integrante de la Unitat de Seguretat Ciutadana (USEI) de la Policía Local de Palma está viviendo una auténtica pesadilla. El agente en cuestión compareció de manera voluntaria ante la Fiscalía Anticorrupción y el juzgado que instruye la trama de corrupción para denunciar las amenazas, persecuciones e intentos de acabar con su vida a los cuales estaba siendo sometido.

Según la comparecencia judicial, «el declarante viene prestando servicio en la Platja de Palma en el grupo de la USEI nocturna, que por este motivo tiene conocimiento de algunas de las irregularidades de la Policía Local en relación a determinados grupos empresariales que viene acometiendo en aquella zona. Que con motivo de todo lo ue el declarante ha sido testigo viene siendo objeto de amenazas y persecuciones a fin de presionarle para que no denuncie lo que ha presenciado y, por supuesto, para que no testifique en la causa de corrupción policial», señala la comparecencia.

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El testimonio del testigo -policía en activo- es desolador y muy preocupante. «El sindicato CSI-F recibía unas enormes sumas de dinero para financiar los cursos formativos, pero ese dinero se repartía, por lo menos, entre Jaume Garau (policía que permaneció un tiempo en prisión tras ser detenido por su implicación en la causa) y el profesor, al 50 por ciento. Como yo no quise entrar en ese juego no me facilitaron ningún curso. Allí se movió mucho dinero, pero mucho. Tras protestar por todo lo que sucedía en el sindicato, unos días más tarde una noche de camino al cuartel , una rueda de mi quad salió desprendida, sorprendentemente los 4 tornillos, asegurados con loctite, se soltaron a la vez y sólo el hecho de que fuese a 20 kilómetros por hora evitó una tragedia», relata el policía.

Finalmente, el exsindicalista, no deja en buen lugar al sindicato CSI-F. «Al principio sólo se trataba de atacar al PSOE en particular, y en general a todos los ‘rojos'. Cuando el color cambió, y el PP se puso al frente, mi acción en las redes no varió, pero ahora ya no se podía hablar porque según allí dentro decían, el CSI-F era el sindicato del PP», concluye.