El detenido por empotrar su coche con explosivos contra la sede nacional del PP es trasladado por agentes. | Efe

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La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a cinco años de cárcel al hombre que estrelló en diciembre de 2014 su coche con un explosivo contra la sede del PP en la calle Génova de la capital por delitos de tenencia y fabricación de artefacto explosivo-incendiario y de incendio en grado de tentativa.

El procesado sufre un trastorno mixto de la personalidad con características inmaduras y paranoides con impulsos pueriles, pero tanto en la realización de los hechos, como en su planificación, el procesado era consciente de las consecuencias de sus actos.

La sección 15 de la Audiencia Provincial considera probado que el ahora condenado tenía intención de estrellar el vehículo en el que portaba el artefacto explosivo de fabricación casera con la intención de que estallara en la sede del PP.

La carga principal del artefacto estaba formada por cerca de kilo y medio de UREA mezclado con una cantidad indeterminada de gasolina, guardada en el interior de un baúl de plástico cuya tapa presentaba dos orificios para el acceso del cableado del sistema de iniciación.

Los iniciadores estaban compuestos de clorato potásico con restos de óxido de hierro y silicatos, sustancias confinadas en unas botellas. El sistema de iniciación y activación del artefacto estaba desconectado en el momento de la colisión del vehículo contra el edificio, que se llevó por delante las puertas automáticas de acceso y cierre metálico, el recibidor y los mostradores de la sede en la planta baja.

En el juicio, Daniel manifestó que su intención era «causar una noticia para centrar el foco en un problema muy grave» que hay en nuestro país, aunque sin especificar cual. En sus conclusiones, el fiscal pidió seis años de cárcel para el procesado, mientras que la acusación que ejerce el Partido Popular elevó la solicitud a ocho años de cárcel.

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«Pensé que de madrugada habría menos posibilidad de que hubiera gente. No estaba conectado ni las válvulas ni el artefacto incendiario. Todo estaba desconectado. No podía funcionar. Era algo que desde que lo planeé mi misión era que no ocurriera nada a nadie», aeseveró.

En instrucción, el acusado manifestó ante la juez que no tenía intención de «hacer daño a nadie», pidiendo disculpas por los hechos que causaron la alarma en la sede de los populares. Cuando fue detenido, Daniel manifestó que «lo había perdido todo» y que quería atentar contra todos los políticos porque, según dijo, «todos eran iguales».

Hechos juzgados

En la madrugada del día 19 de diciembre de 2014, Daniel P., con el artefacto fabricado por él mismo y colocado en el maletero del vehículo, condujo desde su domicilio en una localidad de Teruel hasta Madrid, donde llegó aproximadamente sobre las 6:30 horas.

El hombre se dirigió entonces hacia la calle Génova de la capital y, una vez en ella, enfiló deliberadamente el edificio de la sede central del Partido Popular, ubicado en el número 13, y a una velocidad considerable estrelló su vehículo contra la reja de la entrada, que en ese momento se encontraba cerrada, con tal agresividad, que se introdujo con el coche hasta el interior del edificio, quedando inmovilizado en el vestíbulo y recepción de la sede del Partido.

El acusado buscaba que explosionara el artefacto que llevaba en el interior de automóvil y que causara el incendio de la sede, aceptando que su acción implicase daño para la vida o integridad de las personas que allí se encontraban.