Imágen de los hematomas sufridos.

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«Ya no podemos aguantar más. Estamos cansadas de ver todos los días en los periódicos la banda de policías locales corruptos que hay en Palma y hemos decidido romper el silencio. A mi hija, en julio de 2013, dos policías la pisotearon, humillaron y arrastraron en la calle de la cerveza de s’Arenal y el caso lo tenemos en la Audiencia de Palma», explica Jerónima, madre de la supuesta víctima.

«Yo estaba tomando unas cervezas junto a mi jefa en el local donde trabajaba (calle Pare Bartomeu Pou de la Platja de Palma) y reconozco que iba un poco bebida. Acudí al bar de enfrente y tras mantener una discusión con los camareros solicité una hoja de reclamación. Los trabajadores se negaron. En ese momento, cogí el teléfono móvil y llamé a la Policía Local de Palma», afirma la joven.

«Cuando llegaron, los agentes 940 y 140 mantuvieron un comportamiento muy despectivo hacia mi. Al ver que no harían nada y que todo sería una pérdida de tiempo decidí quitarles mi carnet de identidad y marcharme. En ese instante, me cogieron por el cuello -yo no peso ni 50 kilos- me engrilletaron, tiraron al suelo y acabé con un pie en la espalda y otro en mi cuello. Yo no paraba de gritar y de llorar, pero ellos no paraban. Me llevaron a San Fernando y nada más entrar en la zona de detenidos una mujer policía me soltó un bofetón. A partir de ese momento todo fue una pesadilla. Sólo me acuerdo que acabé en Son Espases con múltiples lesiones», relata la denunciante con lágrimas en los ojos.

Por su parte, hace unos meses se celebró un juicio de faltas y la autoridad judicial entendió que los policías actuaron de manera proporcionada y que las lesiones se las produjo la víctima por su fuerte resistencia. El caso ahora está en la Audiencia de Palma.