Juicio contra el hombre acusado de lanzar piedras a la autopista. | Alejandro Sepúlveda

TW
6

La Fiscalía ha pedido este lunes 7 años y 7 meses de cárcel por tentativa de homicidio, delito contra la seguridad vial, resistencia y daños para un acusado de tirar piedras a la autopista de Inca (Ma-13) y la defensa ha solicitado su absolución después de que él haya negado las acusaciones durante el juicio.

El hombre fue detenido por un policía que estaba fuera de servicio en la tarde del 24 de diciembre de 2014 en el puente del Camí Nou, que une s'Indioteria con Son Cladera, situado sobre la autopista Ma-13. Esa tarde, un conductor que se dirigía hacia Palma recibió el impacto de una piedra en su vehículo que sufrió daños por unos 570 euros.

El acusado ha relatado ante el tribunal de la sección primera de la Audiencia de Palma que vivía en una chabola junto al puente y que pasaba por él hacia el Polígono Son Castelló como hacía a menudo para vender chatarra.

Ha negado que tirase ninguna piedra y ha explicado que intentó huir de un policía que le dio el alto porque tuvo miedo ya que tres días antes le habían pedido la documentación y le dijeron que buscaban a unos atracadores.

El policía que lo detuvo ha relatado que llevaban días investigando el lanzamiento de piedras sobre el tráfico y que estaba circulando por el puente en el coche de su mujer cuando vio a un hombre que le pareció sospechoso y decidió detenerse fuera de su vista para observar a escondidas qué hacía.

Al ver que tiraba una piedra hacia la autopista le dio el alto, vio como dejaba caer otra piedra al suelo y cuando emprendió la huida le persiguió hasta que logró reducirle, gracias a que un hombre que hacía deporte en el puente le oyó gritar y logró pararlo.

«Cuando él lanza una piedra yo ya había escuchado impactar una piedra contra un vehículo y solo dos minutos después de reducirlo aparece una persona muy nerviosa diciendo que le ha dado una piedra, y entonces le digo que soy policía y que tranquilo que ya está detenido», ha relatado el agente.

Los cuatro policías que llegaron al puente cuando el acusado ya estaba reducido en el suelo por el agente de paisano han coincidido en sus relatos de que el detenido se puso agresivo, intentó zafarse y les lanzó patadas, cabezazos y escupitajos, tratando de impedir que lo esposaran y lo introdujeran en el coche patrulla, una operación que tuvieron que hacer entre los cinco.

El conductor cuyo vehículo sufrió los daños ha contado que circulaba a 120 kilómetros por hora por la autopista en dirección a Palma cuando vio caer hacia él una piedra que golpeó en el parachoques, los bajos y el capó y le hizo dar un volantazo que estuvo a punto de lanzarlo a la mediana, si bien logró controlar el coche.

La fiscal ha pedido 7 años y 7 meses de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa, otro contra la seguridad vial y daños, así como por resistencia a la autoridad, si bien ha rebajado la multa que solicitaba inicialmente de 2.160 euros a 720 atendiendo a su situación personal, y la indemnización de 786 a 570 euros en función de lo manifestado en el juicio por el propio perjudicado.

La defensora ha pedido la absolución por considerar que no ha quedado acreditado que el acusado lanzara las piedras. Como petición subsidiaria en caso de que el tribunal lo considere responsable, la letrada ha solicitado que la condena no sea por tentativa de homicidio porque no habría dolo, sino únicamente por un delito contra el tráfico y la pena de 1 año.

El juicio ha quedado visto para sentencia.