«Paró el coche y me dijo, ‘bájate, puta’. Me empotró contra el coche y me metió más adentro en una finca. Ahí me golpeó la cara y me forzó». La víctima de una violación en Manacor ratificó este martes en la Audiencia su relato contra un hombre con el que mantenía una serie de negocios inmobiliarios al borde de la legalidad.
La Fiscalía reclama para el acusado 14 años de prisión por la agresión sexual y porque la víctima relata que durante meses fue extorsionada por su agresor al que entregó 17.000 euros en medio de esos negocios y ante el miedo de que relatara lo ocurrido a su marido, gitano. «Tenía miedo a cómo iba a reaccionar. Sabía que no se lo iba a tomar bien».
La mujer conoció al acusado para conseguir salvar una vivienda de la que le había llegado una orden de desahucio. Para ello dividieron la casa en dos mitades y la inscribieron a nombre de dos testaferros. Sobre cada una de las dos mitades se suscribió una hipoteca. Con el dinero (unos 300.000 euros) huyó un socio del encausado.
El acusado, por su parte, negó que agrediera a la mujer. La denuncia se produjo cuando la víctima fue detenida por estafa por la Policía Nacional, en una causa que luego fue archivada. Además, vincula la denuncia a esos negocios inmobiliarios y aportó mensajes en los que uno de los testaferros le decía que la mujer retiraría la denuncia si él se portaba bien. El acusado tiene antecedentes penales por un delito de abusos sexuales.
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