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El exhaustivo análisis que la Guardia Civil está llevando a cabo de las redes sociales utilizadas por Malén Zoe Ortiz, la adolescente desaparecida en Calvià hace cuatro meses, ha arrojado nuevas pistas. Los investigadores han descubierto amigos 'ocultos' de la joven, de los que no se tenía noticias hasta la fecha, y están analizando sus conversaciones a través de Whatsapp y Facebook.

Lo más curioso del caso es que estas personas que chateaban con Malén y en las que ellas depositaba toda su confianza no habían aparecido nunca en ninguna de las múltiples líneas de investigación abiertas.

Fuera de su círculo

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De hecho, el Grupo de Homicidios rastreó todas las amistades conocidas de Malén: desde sus compañeros de colegio, hasta su novio o sus conocidos. Todos fueron controlados, de una forma o de otra, para saber si tenían relación con la desaparición, aunque sólo fuera indirecta. En este sentido, se temía que alguno de sus allegados le diera cobertura en su casa para que ella pudiera refugiarse. A medida que fueron pasando las semanas, el grandioso dispositivo policial puesto en marcha descartó que alguno de sus amigos la tuviera escondida.

Las pesquisas, entonces, tomaron otra dirección y un indigente español de la zona de sa Porrassa, lugar donde fue vista por última vez la adolescente, se colocó en el punto de mira. Tenía mala fama en la zona y los agentes registraron su casa a fondo. También le tomaron declaración, pero no se avanzó nada.

Ahora, con el descubrimiento de estos nuevos amigos, el caso vuelve a dar un giro. El enésimo. El análisis de su ordenador y el rastreo de todas sus conversaciones online de los últimos meses, que ha sido arduo, empieza a dar sus frutos. Con algunos de estos allegados, Malén abordó temas muy delicados, lo que indica que tenía mucha confianza con ellos, en especial al parecer con uno. Todo lo que les contaba está siendo analizado ahora.