Uno de los menores, en el momento de su detención. | Vasil Vasilev

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Los dos menores de 17 años de edad que, en la madrugada del lunes al martes, presuntamente agredieron a sendos indigentes en la calle Blanquerna de Palma están en libertad con cargos.

Nada más producirse el arresto, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, cumpliendo escrupulosamente el protocolo establecido, pusieron los hechos en conocimiento del fiscal de menores de guardia, quien comunicó a los policías que notificaran lo acontecido a los padres o tutores legales de los arrestados y se los entregaran.

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Los responsables del caso trataron de de tomarles declaración, pero uno de ellos especialmente, trató de dificultar en todo momento la labor policial, no parando de hablar, haciendo caso omiso a las reiteradas indicaciones que le hacían los agentes, faltando el respecto a la consideración debida a los agentes comparecientes y al personal de la oficina de denuncias. De hecho en varias ocasiones comenzó a gritar a los policías, mostrándoles un gran desprecio y manifestando que todos los agentes eran unos racistas. Además, se negó, en reiteradas ocasiones, a facilitar los datos o teléfono de sus propios padres. Por ese motivo, los responsables del caso tuvieron que comisionar un indicativo policial en el domicilio que le constaba en la base policial para contactar con los progenitores, acompañarlos hasta la jefatura y que se hicieran cargo de su hijo, tal y como ordenó el fiscal de menores de guardia.

Los hechos se produjeron, tal y como adelantó en exclusiva Ultima Hora, sobre las tres de la madrugada cuando, varios testigos afirmaron que, instantes antes, vieron a dos jóvenes en bicicleta que habían ido a pegar patadas a un mendigo que se encontraba en el suelo de la vía pública, durmiendo a causa de la infesta de bebidas alcohólicas. En ese instante, otro de los indigentes de la zona salió en su defensa interponiéndose entre los jóvenes y su amigo ante lo cual los dos menores, ambos de 17 años, comenzaron a discutir con él, propinándole un fuerte empujón lo que le ocasionó caer de espaldas al suelo golpeándose en la cabeza.

Durante toda la jornada de ayer, los indigentes que habitualmente permanecen en las inmediaciones de la calle Blanquerna no acudieron a su lugar de reunión.