Un centenar de agentes llevaron a cabo las detenciones. | Vasil Vasilev

TW
14

El juez de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, está tomando declaración en Palma a dos de los 24 detenidos en la operación que la Guardia Civil y la Policía Nacional desarrolló en contra de los 'Angeles del Infierno' en la que se arrestó al líder de esta organización motera en Alemania y Europa.

El Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha informado de que el magistrado está interrogando a un hombre, que es uno de los dos subalternos de la organización, y a una mujer. Tras señalar que el juez decidirá sobre su situación procesal al acabar todas las declaraciones de los 24 detenidos, ha recordado que a todos ellos se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal, prostitución, contra la salud pública, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas, extorsión, amenazas, coacciones, secuestro, homicidio, falsedad en documento oficial, estafa piramidal, revelación de secretos profesionales, omisión de perseguir delitos, cohecho, tenencia y uso de explosivos, encubrimiento, lesiones y robo con fuerza.

En esta operación, desarrollada con la colaboración de INTERPOL, EUROPOL, EUROJUST y las autoridades de Alemania, Austria y Países Bajos se han practicado 30 registros.En ellos los agentes han incautado ocho vehículos de alta gama, dos coches normales, cuatro motos de alta gama, tres motos normales, un revólver, una escopeta, tres pistolas, armas antiguas, dinero en efectivo, joyas, cuentas bancarias, ordenadores, iPads, material informático, chalecos y camisetas con el anagrama del grupo 'Angeles del Infierno', relojes de lujo, una embarcación, teléfonos móviles, anabolizantes y una cámara de fotos. Además, sólo en un domicilio se han intervenido joyas y relojes valorados en 500.000 euros.

Noticias relacionadas

Alto nivel de vida

La mayoría de los Angeles del Infierno investigados en España contaban con antecedentes delictivos y mantenían un alto nivel de vida, con propiedades de gran valor económico a nombre de testaferros. El máximo dirigente en Europa de los HAMC controlaba las actividades del grupo desde Baleares, donde poseía una finca valorada en 2,5 millones de euros y donde el club internacional de moteros también pretendía invertir para la construcción de un circuito de Fórmula 1.

Los miembros de la banda se dividen en «capítulos» diseminados en cerca de 40 países en los cinco continentes. En el caso de España se encontraban afincados en Mallorca por su situación geográfica y la presencia de ciudadanos extranjeros, potenciales víctimas de sus prácticas de extorsión.