José Miguel Calle sufrió la fractura de dos vértebras y estará de baja varios meses. | M. À. Cañellas

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El Cos de Bombers de Palma ha abierto una investigación para aclarar el accidente en el que cuatro funcionarios resultaron heridos de consideración al hundirse la escalera interior de un molino en llamas, en el Coll d’en Rabassa.

Un arquitecto técnico, acompañado de tres mandos, han estado inspeccionando la construcción siniestrada y han confirmado que la primera planta estaba reformada y el hormigón se encontraba en buen estado. En el segundo piso una viga metálica reforzaba la estructura, por lo que tampoco había problemas aparentes. Sin embargo, un pequeño tramo de escalera interior que comunicaba con la azotea era donde había riesgo de derrumbe. Cuando uno o dos bomberos pisaron esos escalones, todo se vino abajo, arrastrando a otros dos funcionarios.

Daniel Montero, uno de los heridos, sufrió fractura de Fémur y fue hospitalizado en la Mutua Balear. Ayer por la mañana fue operado y estará unos meses de baja. Andrés Molina también fue intervenido quirúrgicamente de una fractura en la mano y el tercer hospitalizado, José Miguel Calle, sigue en estado grave, con dos vértebras rotas.

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Uno, de alta

Carlos Ruiz, el cuarto bombero herido, recibió el alta el viernes por la tarde, ya que únicamente había recibido un golpe en el hombro.

El accidente del Coll den Rabassa provocó en los primeros momentos una auténtica conmoción, cuando todavía no se sabía a ciencia cierta cómo se encontraban los cuatro heridos.

El alcalde de Palma, Mateo Isern, así como el concejal Guillermo Navarro; el jefe de la Policía Local, Antoni Vera; el director del Área, Enrique Calvo y el jefe de los bomberos, Manuel Nieto, visitaron a los heridos en el hospital y se interesaron por su estado. La muerte hace dos años del bombero Álex Ribas en acto de servicio sigue todavía muy presente.