Agentes de la Policía Local de Palma procedieron a la detención de Grisa I., de 30 años, y fue entregado a la Policía Nacional.

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Grisa I., de 30 años de edad y natural de Mali, ha vuelto a la carga. El desahuciado que destrozó tres bancos, varios coches y numerosos portales en es Fortí en la madrugada del domingo, volvió ayer a la carga y, martillo en mano, destrozó tres escaparates de tres entidades bancarias en la plaza de España, de Palma.

Al parecer, sobre las 5.30 horas de ayer, varias llamadas alertaron a la Policía Local de Palma de la presencia de un varón de color con un martillo en la mano caminando, visiblemente alterado, por la calle.

Rápidamente, varias patrullas acudieron al lugar y procedieron a la detención del africano, al que identificaron sin ningún tipo de duda como el hombre que días antes había protagonizado un grave altercado similar en es Fortí.

Al ser interrogado, el arrestado afirmó: «Acabo de destrozar tres bancos en la plaza de España. Yo quiero que me devuelvan todo el dinero que he pagado por mi casa y así me voy a Mali. Si no me lo devuelven seguiré destrozando bancos».

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Simultáneamente, otra dotación policial se desplazó hasta la citada plaza para comprobar si los hechos delictivos que relataba Grisa I., eran ciertos. Una vez allí, los policías ratificaron que el escaparate del BBVA, Sa Nostra y La Caixa, habían sido fracturados con un martillo. Acto seguido, se procedió a la lectura de derechos y se consumó el arresto.

Al detenido, se le contabilizan dos antecedentes policiales por los altercados muy similares.

El día 21 de junio de 2012, el africano se atrincheró tras una barrera metálica en Ca l'Ardiaca y, por causas que se desconocen, comenzó a lanzar piedras a los coches patrulla. En aquella ocasión, la UPR (antidisturbios) consiguieron reducirle y proceder a su detención. Durante su arresto, Grisa I., alcanzó con piedras hasta en siete ocasiones los escudos policiales.

Finalmente, el pasado lunes, la fiscal y el abogado que representó al detenido solicitaron el internamiento psiquiátrico para ser tratado después de que el forense le examinara y le diagnosticara un serio desorden mental. La magistrada aceptó dichas medidas.