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Una estatua de bronce que su propietario, el galerista alemán Valentino Burgam, residente en Andratx, valora en 400.000 euros, fue retirada ayer del lugar donde estaba por temor a que sea robada.

La estatua, que se creó en San Francisco (EEUU), en 1988, pesa tres toneladas y quiere representar la paz y la reconciliación. Pero su valor artístico es lo de menos para los ladrones de cobre, que después de robarla la podrían vender fácilmente en chatarrerías de la Isla.

Su peso

Su enorme peso no sería un problema para los ladrones, según explica Valentino Burgam, «porque es muy fácil cortarla. Está vacía por dentro y en cuestión de minutos la puedes dejar hecha trocitos».

Hace diez años que el hombre, que tiene un bar-galería en el Port d’Andratx, y varias galerías de arte en Alemania, la quiso donar al Ajuntament pero le dijeron que en el término municipal no había sitio para colocarla.

Por ello, decidió llevársela a la finca de un amigo, entre Andratx y es Port, donde hasta ayer estaba colocada a la vista de todos los que pasaban por la zona.

La alarma cundió en los últimos quince días. En por lo menos dos ocasiones un grupo de personas de etnia gitana estuvieron merodeando por la zona, y en concreto parecían muy interesados en la estatua. Hablaban entre ellos y se habían desplazado hasta la finca con un camión.

El hecho de que en los últimos años se haya puesto de ‘moda’ el robo de cobre ha motivado la reacción del galerista alemán.

Valentino Burgam contrató los servicios de una grúa y con la ayuda de amigos se las ha ingeniado para llevársela a un almacén, donde quedó depositada.

«Esta escultura recorrió 12 mil kilómetros para venir a Mallorca, y mira cómo acaba», dijo Valentino Burgam, resignado.