El cuerpo del fallecido sobre la acera. | Alejandro Sepúlveda

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Abuso de drogas. La autopsia ha descartado que el hombre drogado que fue reducido por un policía en la calle Joan Miró hubiera sufrido lesiones torácicas por la presión que le ejerció el agente al inmovilizarlo. El examen forense confirma que el colapso se produjo por las sustancias que R.T.G. había consumido.

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Desde que el lunes se difundiera un vídeo en el que aparecía parte de la secuencia de la carrera y muerte del vecino de Palma, se generó cierta polémica sobre si la actuación policial había sido correcta o no. El toxicómano había saltado de un piso, vestido sólo con unos calzoncillos, y había empezado a correr de Marqués de la Cenia a Joan Miró. Gritaba de forma alocada y era un peligro para peatones y conductores. Una patrulla del 091 se encontró con el sospechoso, que estaba fuera de sí, y uno de los policías procedió a reducirlo, para evitar que se lesionara. Lo que no sabía es que el hombre había estado toda la noche consumiendo sustancias, al parecer cocaína, y que llevaba en la boca una bola que también podía contener droga. Durante algunos minutos, el funcionario se sentó sobre él y trató por todos los medios de calmarlo. Luego, de forma repentina, el hombre murió. La autopsia realizada por la forense Emilia Salas descarta cualquier relación entre la actuación policial y la muerte del varón, y la achaca al consumo abusivo de estupefacientes, que le causaron un delirium agitado, que desembocó en un ataque de calor (hipertermia) y un golpe de adrenalina.

Por su parte, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, defendió ayer la actuación policial.