Imagen del juicio, celebrado en la mañana de ayer en la Audiencia Provincial de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Un grupo de once ciudadanos marroquíes aceptó ayer penas que suman un total de 27 años de prisión por mantener una red de venta de marihuana y hachís en Son Gotleu durante el año 2010. El grupo mantenía una organización bien establecida y, según el escrito de conclusiones pactado por la Fiscalía y las defensas, controlaba el tráfico al por menor en el barrio. El mismo escrito destaca también que los acusados ofrecían y vendían droga de forma habitual a menores de edad. Así, en los seguimientos realizados por agentes del Cuerpo nacional de Policía se detectó que al menos dos adolescentes de 15 y 16 años habían adquirido droga a los miembros del clan.

Los miembros de la red fueron detenidos en el mes de octubre de 2010. La policía registró cuatro pisos, en las calles Arquitecto Gaspar Bennasar, Alcazaba, Pico Mulhacén y Tomás Rullán. En los pisos se encontraron cantidades importantes de hachís, hasta más de cuarenta kilogramos en una única vivienda, si bien con una pureza casi siempre por debajo del diez por ciento. Precisamente, el hombre que residía en este último piso, Abdeslam Mokhtari, de 32 años de edad, es la persona que reconoce que estaba al frente del clan.

La investigación señaló que en la trama, este hombre era el encargado de organizar a los demás y además era quien les facilitaba los estupefacientes para su venta.

Los demás acusados eran los encargados de vender al por menor en las calles Santa Florentina, Tomás Rullán, Indalecio Prieto y otras cercanas. Ahí, se repartían el trabajo. Algunos se dedicaban a ofrecer la droga a los viandantes, otros vigilaban la posible presencia de agentes de policía para dar la alarma al resto de compañeros y, por último, otros se encargaban directamente de la venta. Estas funciones no eran rígidas, sino que se las intercambiaban según tuvieran o no material, de tal forma que, según el fiscal «funcionaban como un auténtico e ilícito trust que dominaba el mercado de estuperacientes en Son Gotleu».

La condena más alta es para Mokhtari con tres años y tres meses de prisión. El resto se reparten condenas de dos, dos y medio y tres, según su grado de vinculación a la trama.