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El Servicio Catalán de Tráfico (SCT), dependiente del departamento de Interior de la Generalitat, achaca el accidente del autobús de línea que volcó ayer en Cassà de la Selva (Girona), y que provocó una cuarentena de heridos leves, a una avería mecánica.

En un comunicado, este organismo aseguró, citando el testimonio de la conductora del vehículo, que los frenos «no han respondido» en un ceda el paso y el autobús fue a parar a la calzada contraria, tras lo cual cayó por una pendiente con un desnivel de unos dos metros y volcó fuera de la carretera.

Heridos

El accidente, que causó 44 heridos, se produjo cuando el vehículo pretendía acceder a la C-65 por la rotonda del término municipal de Cassà de la Selva (Girona).

El SCT sostiene que la conductora de la empresa Teisa, que hacía el recorrido de la línea entre Girona y Sant Feliu de Guixols (Baix Emporda), no había tomado «alcohol, ni drogas» ni sufrió «somnolencia».

El Servicio Catalán de Tráfico también aseguró que el vehículo «no circulaba a una velocidad excesiva» aunque aún debe analizarse el tacógrafo.

Por este motivo, y a falta de investigar las causas, «todo apunta a que el autocar accidentado esta mañana (por ayer), hacia las 11:46 horas, en el punto kilométrico 17 de la C-65, habría tenido una avería mecánica en los frenos», sostiene el SCT.
El vehículo tenía una antigüedad de 5 años, estaba «en buenas condiciones» y tenía «toda la documentación en regla», según este organismo, que añadió que había pasado la ITV hace un mes, que las ruedas estaban en un buen estado y que los pasajeros iban correctamente sentados.

De los 44 pasajeros, 32 resultaron heridos leves, 12 menos graves (que también son leves pero de mayor consideración) y uno salió ileso.