Los bomberos se sieguen empleando a fondo cuando las llamas ya han consumido la parte superior del caso.

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Cinco personas que, ayer de madrugada, se encontraban en el yate amarrado en Marina Botafoch 'Lady power', tuvieron que lanzarse al agua para salvar sus vidas después de que se declarara un incendio abordo que acabó calcinando completamente esta embarcación de 29 metros de eslora y siete de manga.
Corrían las cuatro y media de la madrugada cuando, por causas que se están investigando pero que estarían relacionadas con un fallo eléctrico según algunas fuentes, las llamas empezaron a lamer el puente superior de la embarcación. Las primeras chispas prendieron rápidamente en las lonas y asientos de la embarcación, así como en el propio casco del barco, realizado con fibra de vidrio.
Ante la imposibilidad de controlar las llamas, el capitán y los cuatro tripulantes de esta embarcación que tiene su base en el puerto durante todo el año (según algunas fuentes, los propietarios se encontraban en su vivienda del Passeig Joan Carles I) tuvieron que arrojarse por la borda. Gracias a esta acción, ninguno de ellos resultó herido, si bien la falta de mantas u otros elementos para darles abrigo les obligó a pasar muchos minutos completamente empapados.
Al saltar las primeras alarmas el personal del puerto empezó a tratar de retirar los yates situados en las cercanías, todos ellos de grandes dimensiones ya que esta parte del puerto está destinada al amarre de embarcaciones de grandes dimensiones, explicó la directora del puerto, Cristina Marí.
Al mismo tiempo se corrió la voz entre los patrones y propietarios del resto de barcos, muchos de los cuales retiraron ellos mismos sus bajeles. Ese fue el caso del propietario de Pacha, Ricardo Urgell.
Durante estas maniobras se vivieron algunos momentos de tensión ante el temor de que se pudiera producir la explosión de algún depósito de combustible. Finalmente, los únicos daños que sufrieron el resto de embarcaciones fueron leves y producto del fuerte calor generado durante la combustión, apuntó Marí.