La Audiencia Provincial ha ratificado la condena por una falta de lesiones a un hombre que dio una bofetada a su hija de quince años después de que ésta insultara a su abuela. La condena supondrá para el acusado el pago de una multa de 180 euros y una orden de alejamiento respecto a la menor según la que no se podrá acercar a menos de 200 metros de ella durante cinco meses.
Los hechos se remontan al febrero de 2008 y tanto la sentencia de la Audiencia como la de un juzgado de lo Penal coinciden: la menor vivía de forma temporal en casa de su padre en Palma. Una tarde el padre oyó unas «fuertes palabras» de la menor sobre su abuela y le dio una bofetada en la cara. Al parecer fue un tortazo de consideración que provocó una contusión craneal que tardó siete días en curar.
Normas sociales
En su recurso, el acusado apeló a su «deber de corregir a la menor». La sentencia de la Audiencia señala: «De acuerdo con las normas sociales imperantes en nuestro tiempo es ampliamente rechazado sobre todo si incluye el castigo físico, por lo que no se puede amparar en ella». A este rechazo suma las distintas modificaciones del Código Penal que han llevado a considerar delito las lesiones en ámbito familiar y no falta.
El acusado también alegaba que no hubo dolo en la agresión, es decir, intención de causar las lesiones a la menor. La sentencia indica que cuando alguien da una bofetada a otra persona sabe que le puede causar alguna lesión.
4 comentarios
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Gracias a psicopedabobos tenemos un país lleno de niñatos malcriados. Es ley de vida que a las personas mayores les debemos un respeto. La niña que insultó a su abuela no necesita un sermón, sino que le crucen la cara; y los inútiles que crearon la ley que permite que los nenes sean intocables, merecen ser destituidos de sus cargos.
Apoyo plenamente a J.P., no una sino tres bofetadas y al que hizo esta ley doce.
así tendréis la sociedad que estáis creando, jóvenes indisciplinados, mantenidos e intocables que van a hacer lo que les dé la gana cuando quieran y donde quieran. No defiendo que se le dé ninguna paliza a los menores, pero una bofetada en un momento como el que citan, a veces es muy difícil de evitar, y a mi parecer es una aberración que lleve penas como las que le han puesto... a mí me dieron varias bofetadas y aparte de que me las merecía, no me han traumatizado ni me han hecho una persona violenta ni nada parecido, más bien me corrigieron.