TW
2

Miles de extranjeros han abandonado Tokio por temor a un escape radiactivo de la central nuclear de Fukushima, mientras muchas embajadas comenzaron a organizar operativos para asistir a quienes deseen salir de Japón.
Aunque las autoridades locales insisten en que los niveles de radiactividad en la capital han aumentado pero no son alarmantes, la inestable situación en la central nuclear de Fukushima, a unos 250 kilómetros al norte, llevó a muchos a alejarse hacia el sur.
A la inquietud por las radiaciones se sumó ayer el anuncio de un posible gran apagón en Tokio que podría alterar los transportes para salir de la ciudad en los próximos días, lo que hizo que parte de quienes seguían en la metrópolis, japoneses y extranjeros, decidieran finalmente abandonarla sin saber cuándo regresarán.
Los trenes hacia Osaka, a unos 400 kilómetros, partían de Tokio mucho más llenos de lo habitual aunque sin llegar a estar repletos, y en ellos se veía un número inusual de mujeres japonesas con niños pequeños y empujando equipaje para varios días.
En la estación de Tokio reinaba el habitual bullicio ordenado, sin escenas de nerviosismo, y dentro del tren tan solo recordaban la grave situación en Fukushima las pantallas digitales en las que aparecían constantemente titulares con las últimas noticias en la central nuclear.
De Tokio, además de residentes, también salieron grupos de turistas que habían decidido cambiar sus rutas de viaje bien para dejar lejos la capital y las provincias del norte, o bien porque las propias aerolíneas cambiaron su aeropuerto de salida desde el tokiota de Narita al de Osaka.