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Unos «padres preocupados y disciplinados». El pediatra que ha atendido durante tres años a las tres hijas de una pareja imputada por la muerte de un bebé a causa de una hemorragia cerebral declaró ayer como testigo ante el juez que investiga la causa a propuesta de la defensa que ejerce el abogado Pablo Alonso de Caso.

El médico señaló que nunca presenció ningún conato de maltrato y que el equipo que trataba a las menores jamás vio señales que les indicaran que algo extraño existía en la casa. De hecho, indicó que a los que trataron a los niños les causó una gran sorpresa el ingreso de la menor de ella -tenía dos meses- en Son Dureta por un coma que se achacó por parte de la neurocirujana al síndrome del 'bebé sacudido'. Preguntado sobre esta situación, el doctor relató que se trata de una serie de hematomas en el cerebro y los ojos que se producen cuando un adulto agarra a un niño de menos de cinco años por la cintura y lo sacude con fuerza. Además, señaló que los signos que tenía la niña sólo coinciden en parte con este tipo de maltrato, si bien los dos que sí serían asimilables podrían deberse a otro tipo de patologías.

El facultativo también recordó el difícil historial médico de los hijos de la pareja que padecen una enfermedad de la sangre congénita. A la niña fallecida aún no se le había diagnosticado, dado que tenía dos meses cuando ocurrieron los hechos y se necesitan unas pruebas complejas.