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La crueldad del ser humano puede llegar a límites insospechados. Hace unos días, una conocida protectora recibió la llamada de un ciudadano que había encontrado a un perro en una situación lamentable. Concretamente, el hallazgo se produjo en las proximidades del cuartel de bomberos de Artà.

Un perro, de unos seis meses de edad se encontraba, asustado, desnutrido, desorientado y con una gran herida alrededor de su cuello producida por la cadena que, desde hace meses, se le fue clavando poco a poco en la piel.

Rápidamente, se trasladó al animal a una clínica veterinaria de Manacor donde fue operado de urgencia. Se precisaron dos veterinarios para poder despegar la cadena de la carne; la cual estaba incrustada más de dos centímetros por dentro de la piel. Debido a las graves lesiones, ni siquiera le pudieron coser la herida. Además, se certificó con una analítica el grave estado de desnutrición en el que se encontraba el can.

El perro se encuentra alojado en una casa de acogida en la que se está recuperando de las heridas y está cogiendo peso.

Una semana después del rescate el animal ha comenzado a dar sus primeros pasos. Desgraciadamente, según la protectora, el maltrato que ha recibido este perro, como el que reciben otros muchos en Mallorca, quedará impune puesto que el animal no estaba identificado con el microchip obligatorio y el encontrar a su propietario es tarea casi imposible.