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Carmen Reboredo, la madre de la joven Sonia Mouriño, de 21 años, fallecida el viernes en el incendio de su casa de Barcia-Lalín, en Galicia, en el que también murió un octogenario que vivía con la familia, ha reconocido haber planificado el incendio de la vivienda y el posterior suicidio junto a su marido.

La principal hipótesis de la investigación apunta a que los padres de Sonia, acuciados por las deudas económicas, habrían prendido fuego a la vivienda y posteriormente habrían planificado su suicidio escondiéndose en una fosa séptica, a donde habrían acudido para morir. La mujer permanece ingresada en el Hospital Clínico de Santiago de Compostela a donde fue trasladada para realizarle un examen psiquiátrico, mientras su marido, José Mouriño, permanece en la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.

Ambos se encuentran detenidos como medida cautelar mientras se investigan las circunstancias del suceso, que están bajo secreto de sumario.

Fuentes de la Policía Local de Lalín informaron de que los bomberos habían apreciado un fuerte golpe en la cabeza de la joven fallecida, mientras que la otra víctima no presentaba ningún signo externo de violencia.