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Los servicios de emergencias de Mallorca se movilizaron en la medianoche de ayer para atender a una parturienta que acababa de dar a luz en el ferry de Tánger a Génova. La embarcación se desvió hasta Alcúdia, donde Salvamento Marítimo recogió a la mujer y su familia y la evacuó a la clínica Rotger. El recién nacido se encuentra en la UCI con hipoglucemia y riesgo de infección.

Kibir M'Barka, una italiana de 31 años de edad, se puso de parto sobre las doce de la noche de ayer y fue atendida en el ferry Excelsior , de bandera italiana, por el médico de la nave. El nacimiento se llevó a cabo en una zona sin esterilizar, por lo que el facultativo comunicó al capitán del barco que había muchas posibilidades de que tanto la madre como el bebé sufrieran una infección severa. La mujer, además, presentaba un desgarro vaginal, que precisaba de asistencia urgente.

Rescate

Salvamento Marítimo desplegó de inmediato a su embarcación rápida, Salvamar Salph, mientras que una ambulancia del Samib se dirigía hacia Alcúdia. El equipo de rescate subió a la mujer, su esposo y sus tres hijos -entre ellos el bebé recién nacido- en el barco y los llevó a tierra, donde esperaba el personal médico de la ambulancia.

Los sanitarios sometieron a la madre y el bebé a una primera revisión, y a continuación los trasladaron hasta la clínica Rotger de Palma, donde ella fue intervenida de sus lesiones genitales. El niño, por su parte, quedó ingresado en la UCI, «aunque en este momento su pronóstico es bueno, salvo complicaciones», explicaron fuentes de la clínica.

El bebé nació a las 39 semanas se gestación y llegó al centro a las seis horas de vida. Su peso era de 3,110 gramos y la única anomalía que presentaba era una hipoglucemia. Según la clínica, tanto el padre como la madre «están muy felices» por cómo ha acabado el peligroso parto en alta mar.