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La policía británica pidió ayer ayuda a los ciudadanos para poder establecer el móvil del múltiple asesinato perpetrado el miércoles en el condado de Cumbria (noroeste de Inglaterra) por un taxista que mató a tiros a 12 personas e hirió a otras once, antes de suicidarse.
En una rueda de prensa, el comisario de la Policía del condado, Craig Mackey, calificó el suceso de «trágico» y «horrible» e informó de que un centenar de detectives están investigando lo ocurrido. Además de los investigadores, varios forenses analizan hasta 30 escenarios de crimen a lo largo de unos 40 kilómetros de la costa de Cumbria, y efectivos de la Real Fuerza Aérea (RAF) colaboran en las labores de rastreo.
Por su parte, el detective jefe, Iain Goulding, observó que las dos preguntas clave de la investigación son «el cómo y el porqué», y pidió la colaboración de los vecinos y testigos para contestarlas.
El superintendente reconoció que tal vez no puedan hallarse todas las respuestas a lo sucedido, porque lógicamente no es posible saber lo que pasaba por la mente de Derrick Bird. «Una parte crucial del 'porqué' en esta pesquisa es establecer si las personas trágicamente muertas fueron elegidas por un motivo, por un agravio, o fueron asesinatos arbitrarios», dijo Goulding.
«Nuestra valoración inicial es que nos hallamos ante una combinación de ambas cosas, aunque no vamos a entrar en conjeturas», agregó.
El policía dijo ser consciente de las conjeturas aparecidas en los medios de comunicación sobre los motivos que podía tener Bird para perpetrar la matanza, entre ellos una disputa familiar o problemas financieros, y confirmó que ambas posibilidades «son líneas de investigación». Goulding informó de que el autor de los crímenes, que tenía licencia de armas, había sido condenado por robo años atrás, pero nunca había estado en prisión, y tampoco se tiene constancia de que tuviera problemas mentales.