En la obra se han apostado vigilantes de seguridad para que nadie entre. | Joan Sitges

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La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Manacor ha ordenado paralizar de forma provisional la reforma del hotel de Cala Millor donde el viernes se desplomó una pared y mató a un obrero boliviano.
La medida se decidió el pasado domingo y ayer la magistrada, la Policía Judicial de la Guardia Civil y un inspector de Trabajo se desplazaron de nuevo hasta la calle Estanyol de Cala Millor, para inspeccionar el Cala Millor Park.
La obra se ha paralizado mientras avanza la investigación y se ha colocado a un vigilante en las instalaciones, para que controle que nadie acceda al interior.
La Policía Judicial de la Guardia Civil ha realizado ímprobas gestiones para aclarar las causas del accidente laboral mortal y ha concluido, en su informe, que la construcción del muro era deficiente. De las diligencias practicadas a pie de obra por los agentes y expertos se desprende que la base de la pared siniestrada, que medía tres metros y medio de alto, tenía un grosor de nueve centímetros, pero en cambio en la parte superior ese tamaño se modificaba a 15 centímetros, con lo que había una descompensación importante. Todo parece indicar que en ese hueco se iban a colocar tubos y cables, pero el viento y las lluvias de los últimos días debilitaron los bloques hasta provocar el accidente.
Se trata, en cualquier caso, de un fallo puntual, y no se han detectado irregularidades en el resto de la obra.
Accidente
El pasado viernes, pasadas las dos y cuarto de la tarde, un operario boliviano llamado Milton Otalara, de 24 años de edad, se encontraba trabajando junto a la pared, en un primer piso cerca de la recepción del Cala Millor Park.
De repente, el muro se vino abajo y los bloques aplastaron la cabeza del trabajador, que residía legalmente en Palma y había sido contratado también de forma correcta para trabajar en la obra de Cala Millor. Los compañeros dieron la voz de alarma y se desplazaron hasta el hotel agentes de la Guardia Civil, Policía Local, bomberos, ambulancias del 061 y técnicos del 112, que evaluaron la situación.
Los esfuerzos desesperados por salvar la vida del obrero boliviano fueron inútiles y el Juzgado de Instrucción número 1 de Manacor abrió diligencias por la muerte en el hotel, al tiempo que la Policía Judicial se hacía caso de la investigación.