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«Salí de la habitación y fui a la cocina a preparar algo, estuve unos pocos minutos y al volver había unas llamaradas enormes. Todo estaba de color rojo y en poco tiempo se quemó todo. La ventana reventó, vinieron la policía y los bomberos y nos hicieron salir a todos». Lidia es una de las inquilinas del tercer piso del número 18 de la calle General Ricardo Ortega de Palma, que el pasado jueves se incendió. El edificio fue desalojado y cinco personas resultaron heridas leves, tres de ellos vecinos del edificio y los otras dos, policías locales que acudieron al lugar de los hechos. Uno de los bomberos que participó en las labores de extinción también precisó asistencia sanitaria. Una vez que se dio por apagado el fuego en el tercer piso y no había peligro, los vecinos del edificio pudieron regresar a sus domicilios.

Daños
El fuego causó graves daños en el 3º1ª y el humo afectó al hueco de la escalera. Ayer por la mañana todavía persistía un insoportable olor a humo en el inmueble. En el tercer piso que se incendió residen varias personas realquiladas, es decir, se trata de un 'piso patera'.

Lidia, de nacionalidad polaca, acudió ayer por la mañana a recuperar las escasas pertenencias que le quedaban: «Yo lo tenía todo en el cuarto, la documentación, el dinero, la ropa, el fuego lo ha quemado todo y una amiga me ha tenido que dejar ropa».

Lidia vivía desde hacía dos meses en el piso y pagaba 200 euros por la habitación. «El piso lo tiene un matrimonio de bolivianos y ellos alquilan habitaciones a más gente, ahora estábamos ellos dos, dos personas más y yo», explica Lidia.

Al respecto, otros vecinos de la finca destacaron que en el piso «hay mucha más gente viviendo, no sé cuánta, pero un montón, entran y salen muchas personas», destacó una vecina.

La inquilina polaca destacó: «Ahora me he quedado sin un lugar donde dormir, he pasado esta noche la de ayer) en el hostal Apuntadors y ahora tengo dos noches más en un hostal de la Plaza Gomila, pero después tendré que buscar algún lugar adónde ir, porque en esta habitación no me puedo quedar porque está destrozada».

Otros de los inquilinos continúan residiendo en el piso, a pesar de los daños materiales y que la mayoría de las paredes y el techo están completamente ennegrecidos por el humo.