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Tiene miedo de salir a la calle. Hasta el domingo de madrugada Nelson era un chaval de 18 años feliz. Ahora está vivo de milagro: «Si la ambulancia tarda un poco más me desangro allí mismo». El mallorquín al que un británico intentó degollar porque estaba mediando en una pelea ya ha recibido el alta hospitalaria y ayer recibió a Ultima Hora en su casa, donde se recupera de las tremendas lesiones. En el cuello le han aplicado 25 puntos de sutura y 14 grapas.

«Estaba de copas con mi novia en un pub de Santa Ponça y eran las cinco de la madrugada, aproximadamente. Entró un amigo mío y me dijo que afuera había una pelea muy grande. Entre los implicados había dos amigas y salí. Vi a una de ellas en el suelo y cuando me acerqué para separarlas fue cuando ese individuo me atacó».

Nelson se refiere a Kevin, un joven británico de 26 años que trabaja desde hace dos en un bar de Santa Ponça. No se conocían, pero todo parece indicar que durante la pelea el extranjero había recibido una serie de golpes y estaba fuera de sí, furioso.

Nelson estaba reclinado y el atacante lo sorprendió desde atrás y le rajó el cuello, desde la oreja hasta la tráquea. Una herida brutal que casi degüella al joven mallorquín. «La pelea acabó cuando vieron que me estaba desangrando en el suelo. Había sangre por todo y menos mal que la ambulancia llegó rápido, porque habría muerto allí mismo» añade.

Los sanitarios le aplicaron las primeras curas de urgencia, para controlar la hemorragia, y le evacuaron sin demora hasta el hospital de Son Dureta.

Los facultativos le aplicaron 25 puntos interiores y 14 grapas. Le operaron y comprobaron que la gran herida incisa no le había afectado ninguna vena vital. Ayer, Nelson ya estaba en su casa, recuperándose de sus lesiones. Las secuelas físicas serán importantes, pero el estado anímico es lo que más preocupa a la familia del joven. «Está muy mal psicológicamente, no quiere salir de casa y tiene mucho miedo», cuenta su tío Robert, que se ha volcado en la recuperación de su sobrino.

Robert insistió en que Kevin y Nelson, agresor y víctima, no se conocían de nada: «No es que hubiera una historia de pique entre ellos, como ocurre a veces entre jóvenes. Eso es lo más increíble. Lo intentó matar degollándolo sólo porque mi sobrino había mediado en una pelea». La Guardia Civil detuvo al británico, pero la familia de Nelson todavía no sabe si ha ingresado en prisión o ha quedado en libertad con cargos, pendiente de juicio: «El chaval tiene mucho miedo de encontrarse con él. Quiso matarlo, no hay que olvidarlo. Y encima la novia de Nelson vive cerca de donde trabaja el agresor», subraya Robert.