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María Matas Sastre, es una de las principales afectadas del accidente de tren de Manacor del pasado día 31 de marzo de 2008. La víctima, es una vecina de Sant Joan, de 87 años de edad y, que ha consecuencia del siniestro ha permanecido más de 200 días de baja, varios días hospitalizada y cuantiosas lesiones irreversibles.

Francesca Oliver, su hija, se ha puesto al frente de la situación y, «he cogido el toro por los cuernos. Ya no aguantamos más. Durante más de un año el Govern balear, concretamente la Conselleria de Mobilitat i Transports, se ha reído de nosotros, pero hasta aquí hemos llegado», relata Oliver, visiblemente alterada.

«Mi madre era una mujer con una vitalidad impresionante. Basta con decirte que hasta los 80 años conducía un vespino. Ha sido toda la vida peluquera y una gran amante de la cocina. El día del accidente viajaba sin ayuda de nadie. El 31 de marzo es una fecha que nunca olvidará. El tren se estrelló contra una topera y salió disparada. A raíz del accidente mi madre sufrió la rotura de un hombro, inoperable, y ahora se ha convertido en una persona totalmente dependiente», añade.

«Lo peor de todo fue el día 10 de agosto de 2008. Recibimos una carta de la compañía de seguros en la que nos dice que nos ofrecen 450'70 euros de indemnización y de esta manera nos olvidamos de todo. Previamente ya se habían puesto en contacto con nosotros para cargar contra el Govern. Nosotros nos negamos al cobro de esa ridícula indemnización y pusimos el tema en manos de nuestra abogada».

Francesca Oliver, hija de la afectada, dispone de un poder notarial realizado por su madre para tomar cuantas actuaciones legales sean pertinentes.
«El Govern no tiene vergüenza. Mi abogada se puso en contacto con ellos y en lugar de intentar arreglar las cosas cargaron contra la compañía de seguros y ellos se lavaron las manos. Yo quiero que quede muy claro que los responsables son los miembros de la consellería y no el seguro. Mi madre iba en un tren que no es propiedad de Mafre, sino de la Conselleria de Mobilitat. Si no quieren por las buenas, nos veremos en los tribunales», concluye.