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Los vecinos de los ocho pisos del número 8 de la calle Sant Elies de Palma, que fueron desalojados el martes por la tarde por riesgo de derrumbe, a raíz de la tormenta de lluvia, no podrán volver a sus casas hasta que se reparen los daños que presenta el voladizo y el tejado del edificio. Así lo decidió ayer por la mañana el arquitecto técnico del Ajuntament tras efectuar una inspección en el bloque. La reparación de los daños correrá a cargo de los vecinos, que han tenido que contratar los servicios de otro técnico y una empresa de construcción para realizar las reparaciones. Ayer se comenzaron a efectuar estos trabajos, tapando las grietas del forjado por las que entraba el agua. Las tareas para arreglar el resto de daños estructurales de la parte alta del edificio durarán unos días.

Durante este tiempo el edificio estará precintado y los vecinos no podrán regresar a sus casas. También, los dos negocios que hay en la parte baja -el horno de San Elías y la tienda de antigüedades Bonet- han tenido que cerrar y coger vacaciones forzadas.

Los ocho pisos del inmueble están ocupados, aunque la vecina de uno de los primeros se encuentra de viaje. Los servicios sociales del Ajuntament proporcionaron alojamiento a los afectados, pero sólo uno de ellos, un hombre de unos 50 años, ha optado por esta opción y se encuentra en el centro de acogida de Es Molinar.

El resto de afectados ha ido a casa de familiares, amigos o a otros alojamientos. Es el caso de Joana, vecina del primer piso, que estará rotando en casa de sus familiares y amigos. En la misma situación se encuentra Josefa, vecina del 4ºB, el piso más afectado, que se ha trasladado temporalmente a cada se su hermana. «He dormido en casa de mi hermana, con colchones en el suelo, el Ayuntamiento nos daba un albergue pero no es plan, como tampoco sabemos los días que estaremos fuera, creo que es mejor ir a casa de un familiar y nos arreglamos como podemos».

Otros afectados son una pareja de extranjeros del 4ºA, que está de alquiler desde hace unos ocho meses. Ambos pasaron la noche en un hotel «y hemos hablado con la agencia para que nos den otro piso, porque parece que esto no se arreglará hasta dentro de unos días», indicaron.

Ante el riesgo de derrumbe del voladizo y parte del tejado se ha cerrado en tramo de la calle Sant Elies que está delante del edificio. La Policía Local señalizó la zona y evitaba el paso de personas de una parte a otra. Los vehículos también fueron retirados con una grúa.

Para acceder a sus pisos y recoger efectos, los vecinos tienen que llamar a los bomberos y subir acompañados. Ayer por la mañana, varios de ellos se llevaban ropa y los enseres de primera necesidad y esperaban «volver lo antes posible».