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JAVIER JIMÉNEZ La Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando las circunstancias de la muerte de un inmigrante senegalés, al parecer vendedor ambulante, que apareció fulminado por una descarga eléctrica junto a unos contadores en Magaluf.

Minutos antes de las ocho de la mañana un vecino de la Avenida de s'Olivera descubrió medio cuerpo fuera de la caseta de electricidad y comprobó que el hombre de color no se movía. Rápidamente dio aviso a los equipos de emergencia y hasta esa calle se desplazaron agentes de la Guardia Civil, Policía Local, ambulancias y operarios de GESA, que desconectaron el suministro eléctrico.

Varias horas
El fallecido llevaba varias horas inerte, por lo que se calcula que el accidente le sobrevino a eso de las dos o las tres de la madrugada. Los investigadores reconstruyeron los hechos y llegaron a la conclusión de que el «ilegal» había sido interceptado esa noche en Magaluf, donde precisamente se llevó a cabo una redada contra la venta ambulante. Fue entonces cuando supuestamente regresó a por más género -gafas, cinturones y relojes- que escondía en la caseta de contadores.

El senegalés utilizó una varilla para alcanzar las bolsas, pero un cable le rozó la cabeza y cayó fulminado, por una descarga de 380 voltios. El palo salió propulsado y le arrancó parte del cuero cabelludo.

La Policía Judicial realizó un reportaje fotográfico en el lugar de los hechos y hoy está previsto que se le practique la autopsia al senegalés fallecido, cuya identidad se desconoce.