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Arrebato pasional o ataque planificado. Un hombre que apuñaló al amante de su mujer tras sorprender a ambos en la cama en su propia casa se sentó ayer en el banquillo de los acusados. El fiscal, en sus conclusiones definitivas, le imputa tres delitos: uno de lesiones, otro de tentativa de asesinato y otro de agresión sexual. En total, solicita para él una pena de trece años de cárcel y otros diez años de alejamiento tanto de su ex mujer como del ex amante de ésta.

Según la acusación, el acusado buscó una excusa para salir antes del trabajo ese día, el 9 de enero de 2006, ya que sospechaba que su esposa mantenía relaciones con un amigo de ambos. Al llegar a la casa llevaba un cuchillo en la mano y, una vez sorprendió a la pareja, apuñaló por la espalda al varón. Después, intentó abusar sexualmente de su mujer. El acusado reconoció haber apuñalado al amante de su mujer, aunque niega los abusos posteriores. «Cuando vi a mi mujer desnuda con un hombre entré en un estado en el que no había estado antes», aseguró.

Así, niega recordar nada desde ese momento hasta que él mismo se entregó a la Policía Local. «Llamé para decir que había hecho un desastre», afirmó. Su abogado, Carlos Portalo, solicitó para él una condena por un delito de lesiones al considerar que no hubo intención de matar a la víctima. También solicita que se tengan en cuenta cuatro atenuantes en la pena: el de reparación del daño, el de confesión, que el ataque se produjo por un arrebato y la tardanza en que se celebra el juicio. La ex mujer señaló que vio cómo su entonces marido apuñaló a su amante y que después, «dijo que se tenía que morir». Además, ratificó que había abusado de ella. En una línea similar, el agredido declaró que oyó cómo el acusado ordenó a la mujer que se desnudara mientras ella «lloraba de pánico». Ambos reconocieron que el día antes de los hechos, el acusado, ellos dos, la mujer del agredido y otra pareja habían comido juntos y que mantenían una relación normal hasta ese día. Tanto la ex esposa como varios testigos también avalaron que es el único episodio violento que ha protagonizado el acusado.