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La venganza en forma de factura telefónica. Una mujer de Inca consiguió que a su ex jefe le llegaran 7.302 euros de cuenta de teléfono, de los que la víctima llegó a pagar un total de 5.488. La acusada, empleada como administrativa de un médico, se hizo con los datos personales de su superior y con ellos contrató un número de teléfono fijo.

Durante más de un año, en concreto de agosto de 2004 a octubre de 2005, la mujer realizó llamadas desde esta línea. La factura, cuya media mensual es de más de 550 euros, llegaba invariablemente a su antiguo jefe. A éste no le quedó más remedio que pagar 5.488 euros, si bien es cierto que esta cantidad luego le fue devuelta por Telefónica, una vez se demostró que los datos del contrato no eran correctos y que se había producido un fraude en las llamadas.

La autora del engaño fue detenida en julio de 2005, una vez que su ex jefe denunció los hechos, aunque la línea no se dio de baja hasta octubre de ese mismo año. La empleada despechada fue acusada por estafa. La Fiscalía pedía para ella una condena de un año de cárcel por un delito de estafa, además de que devolviera el dinero a la compañía.

Sin embargo, un juzgado de Palma ha decidido absolverla por este delito. La sentencia admite los hechos y considera probado que «la conducta constituye un engaño». Sin embargo, tal y como sostenía el abogado defensor, Agustín Aguiló, lo ocurrido no casa con un delito de estafa. El motivo es que la compañía Telefónica no adoptó «la más mínima cautela» sobre la identidad de quien solicitaba el servicio, «anteponiendo pues el ánimo de lucro a cualquier otra consideración objetiva del engaño». La sentencia, por lo tanto, señala que no hubo diligencia por parte de la compañía a la hora de proteger su patrimonio, así que no existe un delito penal. Según la juez, tendrá que ser la jurisdicción Civil la que decida si la mujer tiene que devolver el dinero o no a Telefónica o si tiene que indemnizar.