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La Fiscalía de Balears pide una pena de trece años de cárcel para cada uno de los cinco miembros de la banda que atracó en septiembre un supermercado en la Soledat. La acusación pública les imputa un delito de robo con intimidación y tres de detención ilegal.

Los cinco hombres, de entre 31 y 38 años de edad irrumpieron en el 'Eroski' de la calle Santa Florentina. El escrito de acusación señala que llevaban el rostro tapado con medias de nailon y que portaban pistolas simuladas, porras eléctricas y una navaja. Los cinco entraron en el local y encañonaron a las tres empleadas. A continuación, las llevaron hasta los aseos, las ataron con una bridas de plástico y las dejaron encerradas. Tras deshacerse de las cajeras, la banda se dirigió hacia las oficinas.

Allí acorralaron al encargado y le exigieron las llaves de la caja fuerte. Una vez saqueada, abandonaron el lugar. Eso sí, dejaron encerrados a los empleados y amenazaron al encargado diciéndole que sabían que tenía hijos y que vivía en La Vileta. Del asalto, la banda obtuvo un botín de 5.460 euros en metálico. Además, también sustrajeron el teléfono móvil del encargado del supermercado.

Además de cinco años de prisión por el robo y de ocho por las detenciones ilegales, el fiscal pide que devuelvan el dinero robado a la empresa. Para todos y cada uno de los cinco acusados, el ministerio público pide que se tenga en cuenta el agravante de disfraz, al llevar todos ellos una media para encubrir su rostro. En el mismo escrito, también se solicita a la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional que aclare cuál es la situación administrativa de los acusados, todos ellos inmigrantes.

El caso está pendiente de que todas las defensas presenten ahora sus escritos exculpatorios. A partir de ahí, se procederá a señalar la fecha para la celebración del juicio oral. Este atraco generó el pasado otoño una gran alarma social en las barriadas de La Soledat y Son Gotleu ya que, en menos de dos meses, se habían cometido ocho atracos con violencia en distintos comercios. Las asociaciones de vecinos de estos barrios llegaron a amenazar con manifestaciones y tanto la Policía Nacional como la local tuvieron que reforzar los controles de seguridad en la zona.