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JAVIER JIMÉNEZ Días después de que un padre y su hija murieran intoxicados por un brasero en su casa de Maria de la Salut una mujer búlgara y su hija estuvieron apunto de correr en la madrugada de ayer la misma suerte. Las dos mujeres, de 41 y 14 años, fueron descubiertas por el cabeza de familia inconscientes y con rigidez corporal a causa de la mala combustión de una caldera.

El hombre se levantó y descubrió a su mujer e hija en un estado muy inquietante. Cuando los servicios sanitarios llegaron a la casa, ubicada en la barriada del Coll den Rabassa, consiguieron que ambas recobraran el sentido, pero siguieron indispuestas. Sufrían fuertes dolores de cabeza, náuseas y vómitos y el 061 las evacuó hasta el hospital de Son Llàtzer, donde los análisis de sangre confirmaron que sufrían una grave intoxicación por monóxido de carbono. Los facultativos, entonces, se pusieron en contacto con los responsables de la cámara hiperbárica de la clínica Juaneda y trasladaron a las dos mujeres hasta ese centro, donde fueron tratadas con oxígeno a altas presiones, semejante a la que están los buzos cuando se encuentran a 20 metros de profundidad.

El tratamiento de l madre y la hija duró aproximadamente cuatro horas y al finalizar las dos intoxicadas habían recobrado su estado de normalidad casi absoluta.

En la última semana se han disparado los casos de particulares intoxicados por monóxido de carbono en Mallorca, en general a causa de estufas, braseros y calderas. El caso más grave se registró en una planta baja de Maria de la Salut, donde un padre y su hija fallecieron mientras dormían junto a un brasero. La madre fue la única superviviente. La familia procedía de Ecuador y llevaba una década viviendo en Mallorca. Acababa de regresar de su país, donde habían pasado las vacaciones navideñas.