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JAVIER JIMÉNEZ Un joven de 24 años de edad apareció muerto ayer en una casa abandonada frente al poblado gitano de Son Banya. Los primeros datos apuntan a una sobredosis mortal a causa del consumo de estupefacientes, pero será la autopsia la que determine las causas exactas de la muerte.

El juzgado de guardia y el Cuerpo Nacional de Policía fueron informados a primera hora de la tarde del fallecimiento y el Grupo de Homicidios se hizo cargo de la investigación porque había indicios para pensar que no se trataba de una muerte natural. Los agentes se desplazaron hasta la casa abandonada y realizaron una inspección ocular, en busca de pruebas sobre lo ocurrido.

Las fuentes consultadas indicaron que la víctima mortal, que está plenamente identificada, no presentaba lesiones o golpes externos y que «muy posiblemente» había fallecido tras consumir heroína o cocaína.

El juez fue informado de todos los detalles de la muerte del joven y ordenó el levantamiento del cadáver, que llevó a cabo la empresa funeraria. Para hoy por la mañana está previsto que se le practique la autopsia en el instituto anatómico forense de Palma.

Los agentes de la Jefatura de Policía de Palma que se desplazaron a Son Banya realizaron gestiones con algunos de los residentes para concretar si la víctima había comprado recientemente droga en el poblado.

Se da la circunstancia de que no es la primera vez que se halla un cadáver en la casa abandonada frente al asentamiento gitano. Fuentes judiciales recordaron que han sido «varias» las ocasiones, en los últimos tres años, en los que han sido requeridos para trasladarse hasta esa dirección por el mismo motivo que el de ayer. Durante 2008 se registraron decenas de casos de intoxicaciones por consumo de estupefacientes en Son Banya y cerca de una veintena se saldaron con consecuencias mortales para el consumidor.