El joven se atrincheró en un piso de Son Ferrer, en Calvià, que la Guardia Civil asaltó. Foto: A.SEPÚLVEDA

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La familia de Àngel Alfonso está viviendo un auténtico calvario. Al igual que el joven, que suplica que lo internen: «No quiero estar en la calle, no sé qué cosas puedo hacer cuando me da una crisis». Sus padres han pedido al Juzgado de Instrucción número 12 de Palma que lo ingrese en un centro especial, donde esté controlado, pero ayer Àngel Alfonso quedó libre y nadie se preocupó de buscarle un lugar adecuado para tratar su esquizofrenia.

El domingo 11 de mayo el vecino de Son Ferrer se enfrentó a su familia, tras sufrir uno de sus habituales episodios de violencia repentina. Dos guardias civiles acudieron a calmarle y el joven blandió un cuchillo e intentó matar a uno de ellos. Luego se atrincheró en su casa y la Benemérita envió a un comando de los GRS (Grupo Rural de Seguridad) para reducirlo. Los seis efectivos de las fuerzas de élite entraron en la vivienda con un ariete, cascos y equipos reforzados, y redujeron a Àngel Alfonso, que sufrió algunas lesiones.

El acusado fue detenido, pero se comprobó que presentaba un trastorno mental avanzado y fue ingresado en psiquiatría de Son Dureta. Ayer, sin embargo, quedó de nuevo en libertad. Y la historia se repite. «El 8 de mayo mi hermano acudió a su médico por el estado de enajenación que sufría y el facultativo prescribió que fuera ingresado al menos diez días. Pasó uno en psiquiatría y ya lo querían sacar. Él y mis padres rogaron para que no fuera así, y se quedó un día más. Salió el día 10 y al siguiente fue cuando atacó al guardia civil y se atrincheró», contó ayer Mari Àngeles, su hermana.

Josefa, la madre, insiste en que «mi hijo sufre una enfermedad, pero no es un delincuente. No le pueden dar un tratamiento policial porque lo que le hace falta es que lo ingresen en un centro especial». Curiosamente, el juez ha dictado una orden por la cual Àngel Alfonso no se puede acercar a menos de 500 metros de su familia. «Somos los únicos que queremos ayudarle y no se puede acercar a nosotros, es increíble», se quejaba ayer su hermana. su familia hizo ayer un llamamiento desesperado para que sea internado sin demora: «Es capaz de cualquier cosa, porque está enfermo y no se medica».