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AGUSTÍN AGUILÓ Un acusado de hacerse pasar por abogado sin serlo ha sido condenado por un juez de Palma a pagar 10 euros diarios durante nueve meses como autor de un delito de intrusismo.

Por tanto, se ha estimado la denuncia interpuesta conjuntamente por los colegios de abogados y graduados sociales de Balears.
Con la sentencia se ha castigado, pues, que David M., de 30 años, representara legalmente sin tener la titulación necesaria para hacerlo.
El condenado, que se define como un «erudito del derecho» interponía demandas, acudía a juicios, se ponía la toga, se sentaba en el banco de los abogados e incluso llegaba a ganar pleitos.

Durante un juicio en el que el intruso estaba defendiendo a un 'cliente' fue descubierto por un abogado contrario por lo que el juez le ordenó que abandonara el banco de los abogados y se sentara en la zona donde están los que acuden a las vistas como oyentes. Desde allí, David siguió intentando dirigir el juicio, siendo denunciado posteriormente por los colegios de profesionales antes citados.

El mes pasado David M., volvió a acudir a un juzgado de Palma, pero esta vez no sentó en el banquillo de los letrados, sino en el de los acusados: se le estaba procesando por el delito de intrusismo.

El ahora condenado se proclamó inocente alegando que el nunca dijo ser abogado sino un «asesor legal» argumentando minuciosamente que la asesoría legal es una figura sobre la que existe una «laguna legal»..