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JUAN MESTRE/JOSEP M. AGUILÓ Todavía no se lo puede creer. En la madrugada del miércoles al jueves recibió varios mensajes para advertirle que se publicaría el escándalo de Javier Rodrigo de Santos. Al día siguiente, la presidenta del PP balear, Rosa Estarás, decidió suspender de militancia al ex concejal del Ajuntament de Palma y más tarde el propio De Santos enviaba una carta para darse de baja del partido. «Ha sido un golpe. Todo lo que sea utilizar dinero público sin fines públicos es lamentable. No puede ser que cuando alguien no juega con las reglas de la democracia como se tiene que jugar siga en el sistema. Lo siento, pero no puede ser. Lo tenemos que tener todos muy claro. Lo que condeno es la utilización de fondos públicos para fines que no son públicos», declaró ayer a este diario Rosa Estarás, que no ha mantenido ningún contacto con Rodrigo de Santos desde el momento que saltó el escándalo.

Estarás recalca que ella no tiene nada que decir sobre la vida privada de las personas, pero sí se muestra contundente contra el uso de dinero público. «No opino sobre la vida privada y todo el mundo hace lo que quiera. El derecho a la intimidad tiene que protegerse, pero quiero hacer una reflexión: este asunto lesiona a una familia y pido muchísima cautela para no herir a una familia», subrayó la presidenta de los populares. A Estarás le hubiese gustado llegar hasta el final del asunto sin herir a la familia del ex edil. «Ojalá hubiera sido posible llegar al final sin afectar a una familia. Hablamos de niños, de los hijos de Rodrigo de Santos. Las cosas al final son como son y pido respeto para la familia. Sinceramente, Aina Calvo hubiese podido llamar a la jefa de la oposición, que se enteró por los periódicos», dijo.