Varios vecinos en el exterior de la finca el pasado mes de septiembre, tras otro incidente. Foto: S.CASES/P.PRIETO

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EMILIO LÓPEZ VERDÚ A juzgar por lo sucedido en los últimos meses, no debe ser nada fácil convivir en el número 13 del Pasaje de Escorca de Palma. La situación problemática se remonta a varios años atrás, cuando algunos de los 25 inquilinos dejaron de pagar su cuota mensual de 90 euros, cargando el peso económico sobre el resto de la comunidad. El edificio fue acumulando deudas hasta que, en septiembre pasado, Emaya les cortó el agua por el impago de 6.000 euros. El malestar desembocó en una pelea entre dos vecinos.

Sin embargo, eso no fue nada con lo ocurrido el pasado miércoles a mediodía. Una de las antiguas presidentas de la comunidad, Margarita, regresaba de realizar la compra cuando se encontró con un vecino del segundo piso llamado Miguel. Las fricciones eran antiguas y venían del hecho de que, según la mujer, el hombre limpiaba a sus perros en la escalera. A su vez, Miguel y otros vecinos acusaban a la mujer de haberse apropiado de unos 30.000 euros de la comunidad.

Cuando Margarita iba a montarse en el ascensor, el vecino la abordó y la amenazó. Después fue a su casa, cogió una escopeta y descargó varios golpes con ella en la puerta del ascensor. El altercado fue presenciado por otra vecina llamada Teresa, que se negó a presentarse como testigo y también se encaró con Margarita. La situación se caldeó tanto que fue necesaria la presencia de agentes de la Policía Local de Palma y del Cuerpo Nacional de Policía, quienes procedieron a la detención del vecino.