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El fiscal retiró ayer, al término del juicio celebrado en la Audiencia de Palma, las acusaciones de robo con intimidación y delito contra la salud pública que pesaban sobre Ramón M.F. por su presunta participación en el robo de un paquete con varios kilos de cocaína a dos ciudadanos chinos en Son Banya -tras ser acribillados a balazos y posteriormente quemados en el interior de una chabola-, suceso ocurrido el día de Reyes de 2001.

Ramón, que fue detenido en la localidad madrileña de Algete varios años después de los hechos, y cumplió prisión preventiva entre noviembre de 2004 y abril de 2005, se sentó ayer en el banquillo de los acusados al haber mantenido el Ministerio Público hasta el juicio de ayer que cabía relacionarlo con el robo de la sustancia estupefaciente en el poblado de Son Banya y su posterior venta a terceras personas, por lo que reclamaba un total de trece años de reclusión.

Sin embargo las declaraciones de los testigos convocados al juicio no relacionaron ayer al acusado ni con la desaparición del paquete de cocaína con el que los ciudadanos chinos Zhen Quan He y You Wubau comparecieron en Son Banya la jornada en la que fueron asesinados, ni con la posterior venta de la sustancia estupefaciente a terceras personas en Madrid, donde Ramón y varios de sus familiares se refugiaron tras los luctuosos hechos en el extrarradio palmesano.

Una declaración determinante en el acto judicial de ayer fue la de un toxicómano que en el tiempo de los hechos ejercía de «punto» para el presunto autor de la muerte de los chinos, y que en todos los interrogatorios de esclarecimiento había señalado que Ramón ni estuvo presente en la escena del crimen, ni ayudó a trasladar los cadáveres hasta el lugar donde fueron quemados ni le vio trapichear en ningún momento con droga.

Ese testigo clave, desaparecido durante largo tiempo, fue localizado el año pasado en un centro de desintoxicación de Lleida por Pablo Martín, el abogado defensor de Ramón, y compareció ayer ante los magistrados de la Audiencia para ratificarse en ese testimonio a pesar de su deteriorado estado de salud.