Salvamento Marítimo colocó barreras para evitar el vertido de combustible. Foto: UH-EIVISSA

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El buque mercante “Don Pedro", de la naviera 'Iscomar', cargado con más de 100 toneladas de carburante, se hundió ayer de madrugada a una milla de la costa de Eivissa, provocando un vertido de 60 metros de largo por 60 metros de ancho que, aunque en un principio hizo saltar la alarma de un posible desastre ecológico, finalmente fue frenado gracias a la barrera de contención desplegada por Salvamento Marítimo y la participación de dos embarcaciones, que controlaron el vertido en pocas horas evitando así que llegue a las playas.

El mercante colisionó con un islote a una milla del puerto ibicenco, debido a que la embarcación seguía una ruta equivocada que la acercó demasiado a la costa. Fue la propia tripulación (formada por una veintena de personas) la que efectuó las labores de aviso a todos los organismos competentes. Así, desde Salvamento Marítimo se fletó un helicóptero procedente de Valencia, que finalmente no actuó, además de una lancha para recoger a los marineros y un buque de lucha contra la contaminación marítima, ya que el buque cargaba en su interior con alrededor de 100 toneladas de hidrocarburos que comenzaron a salir por las grietas.

La mancha, que brotaba del punto del hundimiento en paralelo a la costa de Eivissa, fue contenida cuando tenía unas dimensiones no demasiado preocupantes por las barreras extendidas por Salvamento Marítimo y por las labores de los buques 'Clara Campoamor' y 'Salvamar Markab', que evitaron una catástrofe ecológica gracias a que este tipo de vertidos «aunque son trabajosos de compactar, son fáciles de controlar», explicó el responsable de Salvamento en Balears, Miguel Félix Chicón. En cuanto a la tripulación, de los veinte marineros que viajaban en el mercante, diez de ellos tuvieron que ser trasladadas al Hospital de Can Misses, aunque no presentaban casos graves, sino con cuadros de ansiedad, heridas leves e hipotermia. Nueve de los afectados fueron dados de alta, mientras que uno de los tripulantes, la primera oficial de la embarcación, permanecerá hasta hoy en observación por una contusión.