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JAVIER JIMÉNEZ Tomás Linares, conocido como ´Profesor milagro´ por el altísimo porcentaje de aprobados entre sus alumnos de autoescuela, se defendió ayer de los ataques de su sobrino, que le ha denunciado por amenazas constantes, y sostiene que, en realidad, “la víctima de toda esta historia soy yo, porque es él quién nos hace la vida imposible tanto a mí como a mi familia".

Trinidad, la mujer de Tomás, relató a este periódico que el sobrino denunciante “nunca estuvo trabajando con nosotros en la autoescuela, sino que estudió con su tío y cuando aprendió todo se marchó". Según esta mujer, “mi marido actuó de muy buena fe con él, porque le enseñó su método y luego se encontró con que el sobrino tenía celos y quería tener tantos clientes como él". El pasado 28 de junio el matrimonio Linares presentó una denuncia ante la Jefatura Provincial de Tráfico en la que se alerta de que su sobrino está contratado en una autoescuela palmesana sin ser titulado y, por tanto, sin poder ejercer de profesor. “El problema es que ese chico quiere arruinar a mi marido por el prestigio que tiene. No puede soportar que él haya triunfado en el mundo de las autoescuelas. De hecho, cuando mi marido publicó su libro explicando su método él nos exigió que le pagáramos un euro por cada ejemplar vendido, a lo que nos negamos", añadió Trinidad, al tiempo que explicaba que “todo este asunto nos está minando la salud. Nosotros no queremos polémicas con nadie". El incidente más grave entre las dos familias ocurrió el pasado dos de julio. Según consta en la denuncia interpuesta ante el Cuerpo Nacional de Policía por Trinidad, ella, su marido y su suegro se encontraron en la escalera de su finca con los padres del sobrino. Siempre de acuerdo con este testimonio, a Trinidad la llamaron “hija de puta" y las dos familias se ensarzaron en una disputa que fue en aumento. Los padres del sobrino que ha denunciado al ´Profesor milagro´acusaba a Trinidad de haber agredido al joven, lo que ella niega de forma categórica. El suegro sufrió un ataque de ansiedad debido a la escena que se estaba desarrollando en la escalera del edificio y, según Trinidad, su marido paró un puñetazo que iba directamente contra ella.

Tanto el profesor de autoescuela como su esposa se dirigieron a un centro hospitalario donde les sometieron a una revisión médica y les entregaron el correspondiente atestado por lesiones de carácter leve, que se adjuntó a la denuncia interpuesta con posterioridad. “Es mentira que mi sobrino sólo sale de casa escoltado porque tiene miedo. Él está muy tranquilo, los que estamos de los nervios somos nosotros", precisó Trinidad.