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JAVIER JIMÉNEZ
Un inmigrante marroquí se convirtió ayer en héroe por un día. Ardía un piso de la calle Juan Mestre, junto a la mezquita palmesana, y el joven magrebí no se lo pensó dos veces: se quitó la camisa, abrió la puerta a patadas y rescató a la moradora, que dormía en su cama. Luego, cuando la mujer estaba ya a salvo, se esfumó.

El fuego se declaró poco antes de las diez de la mañana en el segundo piso de la finca rotulada con el número 14, al parecer a consecuencia de unas velas encendidas en el comedor. La inquilina, de unos 55 años, había ingerido unas pastillas para dormir y no se dio cuenta de que su casa estaba envuelta en llamas. La aparición del héroe accidental le salvó la vida. «Ha sido increíble; ese joven se ha quitado la ropa, ha entrado en la casa y luego ha salido con la mujer en brazos».

Los bomberos de Palma intentaron controlar el fuego, pero cuando llegaron las llamas estaban tan extendidas que fue imposible evitar la destrucción total del piso. La Policía Científica de la Jefatura palmesana se hizo cargo de la investigación para confirmar la versión de las velas en el comedor, a la que hizo alusión la inquilina de la casa.

La hija de esta mujer se desplazó hasta la calle Juan Mestre y se mostró muy afectada por lo ocurrido. La joven, que está embarazada, rompió a llorar cuando supo qué había pasado.