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D.MARQUES/E.PRESS
El puerto de Ciutadella lleva varios días en alerta por peligro de una nueva rissaga como la que se produjo a mediados del mes de junio del año pasado, y que causó el naufragio de varias embarcaciones y daños materiales millonarios. La alarma comenzó en la madrugada del domingo al lunes, cuando se registraron agitaciones máximas de 60 centímetros. Los episodios más importantes tuvieron lugar entre las 01.00 y las 05.00 horas, provocando el cierre del puerto al tráfico comercial. Esta situación ocasionó que casi mil personas que viajaban en eferry de Baleària procedente de Barcelona y el de Iscomar que parte de Alcúdia fuesen desviados a Maó.

La situación se repitió ayer, cuando estaba previsto cerrar la rada a las 20.00 horas. Sin embargo, desde el Centro Nacional de Meteorología se alertó a la Conselleria d'Obres Públiques que lo más prudente era avanzar el cierre ocho horas, debido a un empeoramiento de la situación meteorológica.

Así, si la situación no vuelve a cambiar, el Puerto de Ciutadella permanecerá cerrado hasta las 16:00 horas de hoy, lo que ocasionará previsiblemente incidencias en la llegada de embarcaciones, que tendrán que ser desviadas al puerto de Maó o regresar a sus puntos de origen.