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EMILIO LÓPEZ VERDÚ
Un joven reconoció ayer en la Audiencia Provincial que estuvo a punto de matar a un conocido al que rajó con un cúter en el pecho, produciéndole una herida de 25 centímetros de longitud. La brutal agresión tuvo lugar el 16 de julio del año pasado de madrugada en Cala Rajada. Mustafá I., de 21 años, iba caminando por la calle Leonor Servera cuando se cruzó con la víctima. Parece ser que ambos habían tenido un problema personal un par de semanas antes, por lo que al verse se enzarzaron en una fuerte discusión. Las palabras acabaron en una pelea a puñetazos, durante la cual el acusado sacó el cuchillo tipo cúter que llevaba y se lo clavó a su adversario en el pecho.

La herida le recorrió el tórax y le produjo una cicatriz de 25 centímetros de longitud y tres de anchura en la punta posterior. La enorme herida afecto a todas las capas musculares, que llegaron a producirle la sección en arco costal y una sobreinfección posterior por estafilococos.

Tras producirle la herida, el agresor le espetó: «Te he dejado una buena cicatriz». Después, se marchó corriendo. La víctima tuvo la fortuna de encontrarse con su novia, que avisó a una ambulancia.

En total, el joven permaneció en el hospital 36 días. El fiscal afirma que la localización de la herida, en el caso de tratarse de un corte penetrante en la cavidad torácica, hubiera podido producir lesiones de órganos vitales, entre ellos corazón y pulmón.