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EFE-MÀLAGA
El jurado popular del segundo juicio por el crimen de la joven de 19 años de Mijas (Málaga) Rocío Wanninkhof, cometido el 9 de octubre de 1999, declaró ayer culpable del asesinato al británico Tony Alexander King por unanimidad, pero apuntó a más autores.

Tras dos días de deliberaciones, los nueve integrantes del jurado descartaron la agresión sexual al no estar probada y concluyeron que el procesado es autor material del asesinato de la joven cerca de su casa en Mijas.

No obstante, señalaron en su veredicto que el acusado no fue la única persona que participó en el crimen, cuestión que se aprobó por siete votos a favor y dos en contra.

Entre las razones por las que se apunta a terceros están que el cadáver fue arrojado, y no depositado por una sola persona, en un lugar donde la familia de la chica tenía previsto montar un negocio, hecho que, según el jurado, apunta que ese punto era conocido en el círculo familiar. Otro motivo es que la pegatina empleada en la búsqueda de la joven desaparecida -y encontrada junto a su cuerpo- revela que alguien que participó en las batidas efectuadas pudo colaborar en trasladar el cadáver.

El jurado considera que la chica sufrió ocho puñaladas en la espalda y una en el pecho izquierdo, además de golpes en el tabique nasal y maxilar superior.

Al rechazarse que hubiera agresión sexual, la Fiscalía pidió 20 años de prisión por asesinato, igual que la acusación particular, que además reclamó el cumplimiento íntegro de esa pena, mientras que la defensa -ante el veredicto de culpabilidad- solicitó que se aplique la mínima pena, 15 años de cárcel.