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Unos 200 guardias civiles de uniforme procedentes de todo el país entregaron ayer en la sede del Defensor del Pueblo un escrito de queja por sus condiciones laborales y profesionales y especialmente por el régimen disciplinario, que contempla penas privativas de libertad. «Hemos venido a demandar amparo y a plantear la penosa realidad de modificar un régimen disciplinario, a decirle al Gobierno que tiene que dignificar nuestra profesión y que merecemos ser tratados como el resto», dijo el secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Joan Miquel Perpinyá. Añadió que el Gobierno se había comprometido a reconocer los derechos y actualizar el Estatuto de la Guardia Civil en su programa electoral, pero que hasta ahora no lo ha hecho «ni tiene previsión de hacerlo». Perpinyá destacó que aún siguen internando a agentes en prisiones militares y que son privados de su libertad por sanciones administrativas y disciplinarias, contra las que recientemente se pronunció el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. El secretario de la AUGC hacía referencia a una sentencia que el pasado 2 de noviembre condenó a España por una demanda presentada por un guardia civil que, estando de baja médica, fue sancionado por haberse ausentado del cuartel sin permiso previo de sus superiores para visitar a un familiar gravemente enfermo.

El director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, dijo ayer, en referencia a que 200 guardias civiles presentaran las citadas quejas que «el Gobierno va a cumplir sus compromisos».