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El ingreso en la cárcel de un agente de la Guardia Civil que está destinado en Inca ha suscitado la polémica, tanto en la ciudad como en el Cuerpo. Como ya se ha informado en este periódico el agente fue detenido el pasado martes por un caso de violencia de género, en el que su compañera es una juez que ejerce en Inca. Según la denuncia los hechos ocurrieron en la vivienda familiar y la víctima alega que fue agredida y amenazada con una katana. Fue atendida en un centro médico y sufre un esguince cervical. El agente fue detenido cuando se encontraba de servicio, en el cuartel, y cuando se celebró al día siguiente un juicio rápido otra juez de Inca decretó la prisión sin fianza. La pareja ha tenido un hijo hace pocos meses. El agente estaba destinado antes en Manacor y la jueza ejerce en Inca desde hace un año. La polémica se ha suscitado, en gran parte, por el hecho de que se decrete el ingreso en prisión en este caso en el que la víctima es una juez, cuando en otros en los que la maltratada no lo es se adopten otro tipo de medidas como pueden ser órdenes de alejamiento o, incluso, otras menos severas. Compañeros del agente han solicitado la intervención de mandos del Cuerpo y de algunos políticos. En la ciudad se comentaba ayer que la abogada que defendió al agente ha renunciado, y se estaba a la espera de encontrar a otro letrado. El agente seguía ayer ingresado en la cárcel.